Despues de varias semanas de desaparecerme, yo empezaba a caer en patrones familiares propios: dejando de entrenar, saliendo hasta las 3am y durmiendo hasta el mediodia, pidiendo el mismo chifa grasiento y escribiendole a viejos amigos que siempre estarán ahi para mí, cuando me sentía INQUIETA.
Eme era tan confiable como amigo, como cualquier mujer pudiera desear. Divertido, comportable y fácil de seducir. La clase de hombre con él que puedes olvidarte de lo que sea y ser tu misma. Sin confusiones, sin quejas. Sin embargo...
.
Respire y entonces lo comprendí.
¡Yo no tenía un patron de relaciones! Tenía un patrón "entre relaciones".
Siempre buscaba a Eme despues de cada fracaso, despues de cada ruptura o pelea desgarradora.
Él es dulce, guapo y sin complicaciones.
Un autentico estimulante para mi autoestima.
Entonces ya me quedo claro, no sirvo para relaciones.
Fin.